domingo, 8 de abril de 2012

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La energía de una galaxia

Reunidos con Cabchic, Laster y el ingeniero lo pusieron al tanto del hallazgo.
—No entiendo gran cosa de física pero si no me equivoco tengo un problema de seguridad – dijo el gobernador - la energía de una galaxia no es broma y está en una bolita de tres centímetros de diámetro en un rincón de la casa. Es necesario tomar cartas en el asunto de modo oficial.
Laster estuvo de acuerdo y dejaron las cosas así hasta que se volvieran a comunicar.
El gobernador se ocuparía de poner al tanto del asunto a quien correspondiese, en su mundo, en la galaxia y en todo el universo conocido.

Cuatro meses más tarde, con la canica instalada en los laboratorios espaciales, con el ingeniero como coordinador de equipo y el doctor Laster como asesor, volvieron a plantearse la pregunta por la naturaleza del objeto.
A nivel burocrático, complejas gestiones habían recorrido la galaxia discutiendo  que determinación  tomar. Finalmente se había decidido que el ingeniero y el niño de Plane participarían de una forma especial en la investigación.
Lo particular de la cuestión era que su participación había sido solicitada por el objeto.