La energía de una galaxia
Reunidos con Cabchic, Laster
y el ingeniero lo pusieron al tanto del hallazgo.
—No entiendo gran cosa de
física pero si no me equivoco tengo un problema de seguridad – dijo el
gobernador - la energía de una galaxia no es broma y está en una bolita de tres
centímetros de diámetro en un rincón de la casa. Es necesario tomar cartas en
el asunto de modo oficial.
Laster estuvo de acuerdo y
dejaron las cosas así hasta que se volvieran a comunicar.
El gobernador se ocuparía de
poner al tanto del asunto a quien correspondiese, en su mundo, en la galaxia y
en todo el universo conocido.
Cuatro meses más tarde, con
la canica instalada en los laboratorios espaciales, con el ingeniero como
coordinador de equipo y el doctor Laster como asesor, volvieron a plantearse la
pregunta por la naturaleza del objeto.
A nivel burocrático,
complejas gestiones habían recorrido la galaxia discutiendo que determinación tomar. Finalmente se había decidido que el
ingeniero y el niño de Plane participarían de una forma especial en la
investigación.
Lo particular de la cuestión era que su
participación había sido solicitada por el objeto.